La eterna batalla contra los puntos negros
Si sufrís de puntos negros en la piel, estaréis conmigo en que son un coñazo. No sólo por lo difíciles que son de eliminar, sino porque requieren de un mantenimiento constante para evitar que vuelvan.
Básicamente, los puntos negros surgen como consecuencia de la producción excesiva de sebo en nuestros poros, que en contacto con el aire se termina por oxidar y por producir esas pequeñas marcas que muchas personas sufren en la nariz, la frente o la barbilla. Si bien se trata de un proceso completamente normal y natural, las personas que los sufrimos debemos tener especial cuidado con la higiene de nuestra piel para intentar disimular su existencia.
Si os soy sincera, nunca he sido capaz de eliminarlos al 100%, pero sí he conseguido mejorar mucho su aspecto con el paso de los años. En mi caso, lo que mejor me ha funcionado ha sido una combinación de limpieza, exfoliación y extracción mecánica.
Para empezar, mantener el poro limpio es fundamental para atacar la base del problema, ya que si eliminamos el exceso de suciedad en los poros conseguiremos reducir la oxidación de los puntos negros. Para eso, además de limpiar la piel por la mañana y por la noche, os puede resultar de gran ayuda un dispositivo tipo Foreo (del que ya os hablé en esta entrada) que os ayudará a limpiar la piel en profundidad. Personalmente, no es que pueda decir que el Foreo me ha eliminado los puntos negros, pero sí noto la zona de la nariz bastante más limpia desde que lo utilizo. Ah, y no se te ocurra irte a la cama sin desmaquillar.
En segundo lugar, es fundamental exfoliar la zona una o dos veces por semana, dependiendo del tipo de piel que tengáis. Aunque cualquier exfoliante químico os puede ayudar, el ácido salicílico es perfecto para estos casos ya que por su naturaleza tiene la capacidad de disolver la grasa de los poros y ayudar a que los puntos negros desaparezcan de forma natural. Otro ingrediente con el que podéis complementar al ácido salicílico es la niacinamida, que reduce la apariencia de los poros y ayuda a regular la producción de grasa. En concreto, la marca The Ordinary cuenta con un serum de Niacinamida y Zinc que os puede funcionar genial para controlar las zonas grasas de vuestro rostro.
Y si todo eso no es suficiente, siempre os quedará la extracción de toda la vida. En mi caso, cada 10 o 15 días utilizo tiras extractoras para eliminar los puntos negros que me puedan quedar y la verdad es que me van bastante bien. No conviene abusar, ya que son bastante agresivas para la piel, pero usadas con cabeza resultan bastante efectivas. Las que mejor me han ido hasta ahora son estas de Tea Tree, que se pueden encontrar en tiendas como Primor, Arenal o Maquillalia.
Así que ya veis, yo por el momento no he encontrado ningún milagro que elimine los puntos negros de manera definitiva y parece que lo único que nos queda es ser constantes con nuestra rutina y nuestra higiene facial. Si conocéis algún otro método que os haya ayudado a combatir los puntos negros ya sabéis, dejádmelo en comentarios!
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