Mi (sincera) opinión sobre Foreo
¿Foreo sí o Foreo no? Si estás pensando en comprarte un aparato de este tipo es probable que andes rastreando medio internet intentando averiguar si merece la pena. Con un precio que oscila entre los 150 y los 200 euros, comprarse un Foreo supone un desembolso lo suficientemente importante como para pensarse la compra una temporada. Pero ¿de verdad valen lo que cuestan? ¿Son imprescindibles en nuestra rutina facial?.
En honor a la verdad, he de decir que yo utilizo el Foreo Luna 1 Sensitive (el más antiguo de todos) y que me costó entorno a unos 75 euros con el descuento del Black Friday. Para lo que suele ser habitual, me salió tirado de precio, pero de no haber sido así creo que no me hubiese gastado tanto dinero ni de broma.
A día de hoy no me arrepiento en absoluto de haberlo comprado, pero tampoco lo considero imprescindible a la hora de tener una buena rutina facial. Yo diría que es un capricho, que tiene unos resultados fabulosos pero que tampoco es la panacea ni creo que funcione igual en todo tipo de pieles. Con una doble limpieza y ácidos (glicólico, salicílico o el que mejor te funcione), puedes obtener unos resultados igualmente buenos.
Como probablemente ya sabréis, el Foreo funciona aplicando una especie de golpecitos diminutos sobre la piel que ayuda a nuestro limpiador a eliminar el 100% de la suciedad y cualquier resto de grasa o maquillaje que haya quedado sobre nuestro rostro, además de realizando una pequeña exfoliación muy suave.
Y de verdad que funcionar funciona de 10. Al día siguiente de utilizarlo se nota una piel muy suave (yo no recuerdo otro producto que me la haya dejado tan bien) y los poros como más finos, con un efecto similar al del día siguiente de usar ácidos. Además, el Foreo ayuda a que los productos que te apliques después se absorban mejor y desde que lo uso apenas me salen granos, así que parecen todo ventajas.
Entonces, ¿qué problema le veo al Foreo?. En realidad ninguno, siempre que se use con cabeza. En mi caso, empecé a usarlo todas las noches y cuando llevaba como una semana con él tuve que empezar a reducir la frecuencia porque empezaba a notar la piel un pelín sensibilizada. Aunque como os he comentado mi Foreo es específico para pieles sensibles, usarlo todos los días es demasiado para mi piel. La verdad es que yo no soy dematóloga ni tengo especial conocimiento sobre estos temas, pero sí conozco mi piel y sé cuando un producto le resulta demasiado fuerte. Así que tuve que pisar un poco el freno y reducir su uso a 2 o 3 veces a la semana.
Si aún así no queréis o no podéis gastaros tanto dinero en un aparato de este estilo pero tampoco queréis optar por una falsificación os recomiendo que le echéis un ojo al Foreo Luna Mini Play Plus (no confundir con el Luna Mini Play, que trae un máximo de 100 usos y cuesta 30 euros). Este que os digo ronda los 49 euros y funciona igual que un Foreo Luna Mini, con la simple diferencia de que funciona a pilas en lugar de traer batería propia. Un poco más incómodo de usar pero por la diferencia de precio me parece que merece la pena tenerlo en cuenta.
¡Espero que os haya sido útil! Si finalmente os decidís por un Foreo ya me contaréis impresiones.
Comentarios
Publicar un comentario