Mascarillas de arcilla: cuál debo usar según mi tipo de piel
Desde hace unos meses me he vuelto especialmente aficionada a las mascarillas de arcilla. Limpian la piel, purifican, descongestionan y dejan una sensación muy agradable...pero eso si, no sirven para todos los tipos de piel. O por lo menos, no todas sirven para todos los tipos de piel, ya que cada una cuenta con unas propiedades diferentes que las hacen más adecuadas para tratar determinadas afecciones de la piel como el acné o la congestión. Os explico un poco en qué consiste cada una:
Arcilla verde. Es la más común y la más fácil de encontrar. Se recomienda para pieles grasas debido a su acción antibacteriana que ayuda a combatir el acné y mejorar el aspecto de sus cicatrices. También puede irte muy bien para tratar los puntos negros.
Arcilla blanca. También conocida como caolín, es la más recomendada para pieles secas o sensibles ya que no reseca tanto como la arcilla verde. Realiza una pequeña exfolición, limpia la piel y le aporta minerales como el magnesio o el hierro. También va muy bien para esas temporadas en las que notas la piel más apagada de lo habitual.
Arcilla roja. Es un poco más difícil de encontrar en las tiendas que la arcilla verde o la blanca, y también un pelín más cara. Puede ser usada por todo tipo de pieles, ya que depura sin ser especialmente astringente, por lo que va perfecta si tienes la piel sensible. Es rica en óxido de hierro, que favorece la cicatrización y la oxigenación de la piel.
Arcilla Ghassoul. Es una arcilla de origen marroquí indicado para todo tipo de pieles, que se ha hecho famosa por su suavidad y por ser más rica en minerales que el resto de arcillas. Se suele utilizar también para tratar problemas de dermatitis seborreica en el cuero cabelludo.
Así que, una vez has elegido tu tipo de arcilla, ¿qué tienes que hacer? Lo más sencillo es mezclarla con agua hasta formar una pasta homogénea y aplicarla directamente sobre el rostro, pero mi consejo es que le añadas a la mecla unas gotas de aceite para evitar que la arcilla te pueda resecar en exceso la piel. También puedes añadir un poco de aloe vera, que ayuda a reforzar la acción regenerante de la mascarilla y te va a ir perfecto si lo que quieres es luchar contra el acné o contra sus marcas.
Una vez aplicada, debes esperar a que la mezcla se seque para poder retirarla, pero procura no exceder nunca los 15 minutos e hidratar tu piel con un sérum o crema hidratante una vez tengas la piel limpia. Así evitarás que la arcilla termine por resecar tu piel, por muy sensible que la tengas.
Se recomienda no usarla más de una vez a la semana. Además, recuerda que, al igual que con el resto de mascarillas, debes evitar siempre la zona del contorno de ojos, así como retirarla con suavidad (sin frotar con la toalla) para evitar que la exfoliación que realiza la arcilla pueda terminar por dañar tu piel.
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